jueves, 20 de noviembre de 2014

¿ Hechizo atascado ?...mal formulado


Esto le ocurre a cualquier bruja o brujo de vez en cuando. Te centras, pronuncias las palabras de poder, lanzas tu hechizo y…nada.
Es lo que se llama “un hechizo atascado”. ¿Qué podemos hacer cuando un hechizo parece no funcionar?. Lo primero de todo es guardar la calma y no acusar a nadie, y menos a uno mismo.
He escrito numerosos hechizos y estoy convencido de que todo hechizo  que se concibe y realiza  con la intención adecuada termina por surtir efecto. Evidentemente, en algunas ocasiones, los neófitos piden algo desmesurado, como por ejemplo, un millón de dólares, cuando lo que realmente necesitan es un aumento de sueldo o una oportunidad perfecta para ganar dinero extra.
No obstante a veces el hechizo parece no funcionar y entonces olvidamos que cuando un hechizo se escribe y/o se dice, empieza a tomar forma en el reino de lo invisible. Cuando un hechizo no se materializa en lo que queremos es porque lo hemos frenado de alguna manera.
Por consiguiente, antes de culparte por haber hecho algo mal, respira hondo, relájate, toma una taza de té y veamos por qué un hechizo a veces toma un rodeo.

OBJETIVO Y VISUALIZACIÓN

Detrás de un hechizo siempre hay un objetivo que si lo visualizamos con los ojos de la mente, da fuerza a la mayoría de los hechizos. El objetivo junto con la visualización, planta la semilla de cualquier hechizo.
Hay dos razones por las que un hechizo se puede descarriar nada más empezar. El problema puede ser que no se haya planteado el objetivo con claridad o que conjugaba demasiados pensamientos a la vez. Si pides una casa nueva pero no te la puedes permitir, céntrate en la casa, no en el dinero que necesitas. Imagínate viviendo en ella; hazla tuya en tu mente.
El otro problema puede ser la visualización. Cuando visualizas tu meta, debes verla en su totalidad. Por ejemplo y siguiendo con la casa: si has pedido una casa nueva, visualízate viviendo en ella, dibújala, decórala y ponla en tu Altar hasta que el hechizo se materialice.
Las claves del propósito y de la visualización son sencillas: concéntrate en una meta a la vez y visualiza tu meta realizada.

EL PODER DE LA PALABRA

Después de decidir tu meta, seguramente realizarás un encantamiento en voz alta o mentalmente, que es cuando pones en palabras tu objetivo. Es una de las partes más importantes del hechizo y se conoce como “palabras de poder”.
Si no se formulan cuidadosamente, la parte hablada del hechizo puede fácilmente desviarlo. Ten mucho cuidado de formular tu hechizo con precisión porque conseguirás exactamente lo que deseas.
Aquí hay lagunas trampas que puedes evitar cuando escribes y formulas tu encantamiento. Recuerda que un hechizo es una afirmación. Cuando pronuncies las palabras, no pidas dócilmente permiso para obtener una cosa: ¡afírmala ¡. Está bien decir algo así: “la casa de mis sueños está llegando a mí”.
Evita también frases como “espero que ocurra”. Mientras se trate de un deseo positivo que no hace daño a nadie, te lo mereces. Si tienes la sensación de que no te mereces algo, te estás colocando en una situación de fracaso.
Otro error que cometen algunos practicantes de magia es repetir las palabras de un hechizo con demasiada frecuencia. Ésta es una de las ocasiones en que menos es más. Si lo repites constantemente, lo estás llamando de vuelta hacia ti, lo cual demorará su manifestación en tu vida. No hace falta repetir tus palabras todos los días. Mi lema es : déjalo ir, déjalo fluir. Si te ves en la necesidad de repetir tus palabras de poder, espera un mes o un ciclo lunar. Si te impacientas, en lugar de rehacer el hechizo, pregunta a tu medio favorito de adivinación qué ocurre con él. Consulta el péndulo, las runas o el tarot para verificar el estado de un hechizo.
Resumiendo, los tres puntos básicos para construir palabras de poder efectivas son:
- Las palabras de un hechizo deben ser afirmaciones.
- deben ser específicas y positivas.
- debes pronunciar el hechizo una sola vez y olvidarte de él.

TIEMPO ASTROLÓGICO Y PLAZOS

Las influencias planetarias cotidianas y los ciclos lunares mensuales pueden ejercer un papel significativo en los hechizos. Y dar un límite de tiempo para que se manifieste el hechizo puede tener un efecto negativo. Veamos estos dos factores.
No acompasar tus hechizos con las fases astrológicas diarias y mensuales puede ralentizar su velocidad de actuación.
Te des cuenta o no, vivimos al ritmo de las influencias planetarias diarias y de ciclos lunares mensuales. Si acompasas tu magia con el tiempo planetario/astrológico apropiado según tus necesidades, aumentarás la velocidad y el poder de tus hechizos.
No necesitas conocimientos avanzados en astrología o sobre las fases de la luna para sacar el máximo partido del poder de los planetas; una buena agenda astrológica y lunar te ayudará muchísimo.
Cuando trabajes con las fases lunares, sigue esta sencilla regla: para atraer magia positiva hacia ti, lanza tu hechizo en Luna creciente, entre Luna nueva y Luna llena.
Trabajar con estos principios fundamentales acelerará el fruto de tus hechizos y aumentará el éxito de tu magia.
Si ya trabajas con correspondencias astrológicas y tus hechizos siguen sin funcionar, comprueba si has formulado limites de tiempo, ya que esto lo frena en seco.
Lo que quiero decir con límite de tiempo es cuando el practicante afirma en alguna parte del hechizo que la meta que desea se alcance en un día o momento específico. La Magia no funciona así. El tiempo, tal y como lo conocemos, no existe en el reino mágico.
En teoría oculta, el tiempo siempre es ahora. Lo que significa que el pasado, el presente y el futuro transcurren todos a la vez. Si realizas un hechizo y dices que necesitas una determinada suma de dinero para el viernes, lo más seguro es que no ocurra. Éste es un error común. Para evitarlo, mientras pronuncias tu encantamiento, incluye algo como “provéeme con (aquí tu deseo) en el plazo perfecto” o “mi deseo vendrá a mi cuando más  lo necesite”. El uso de este tipo de formulación libera la energía del encantamiento y, al mismo tiempo, afirma tu confianza en el espíritu divino.

EL ESPIRITU DIVINO SABE LO QUE TE CONVIENE

Hay veces en que lo haces todo bien, pero las cosas no salen como había planeado. Otras veces, las cosas funcionan mejor de lo que habías imaginado. Es porque el Espíritu Divino sabe lo que realmente necesitamos, e incluso nos tiene reservado algo mejor.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que todo necesita su tiempo, pero  un hechizo siempre se manifiesta en nuestra vida. Ten fe en ti, cree en el poder de tus hechizos y éstos tendrán lugar.


lunes, 17 de noviembre de 2014

¿Sabes que tú vibras?


El poder de tu frecuencia de resonancia
Aunque no seamos conscientes, nuestra frecuencia de resonancia o nivel de vibración es nuestro bien más preciado en ámbitos tales como la protección energética, el desarrollo personal, o la auto sanación. Esto que parece tan “genérico”, es algo tremendamente simple, se trata de la “frecuencia media” que emites, el nivel vibracional que tienes de forma global, sumando todos los patrones energéticos, mentales, anímicos y emocionales que tenemos y que constantemente emitimos. Una persona con todos esos componentes vibrando a un nivel “alto” (hablando en Hz, la unidad de medida de la frecuencia de una onda cualquiera), incrementará su frecuencia base y verá reflejado este nivel en su realidad cotidiana, no solo por lo que a nivel de “ley de atracción” pueda manifestar, sino por la influencia que esa persona tendrá en los entornos en los que se mueva por su sola presencia.
Influencia de la frecuencia de resonancia en el ámbito de la sanación
Todo sanador, o toda persona que es capaz de influir en otra a distancia está tocando tu frecuencia de vibración o resonancia, sea a nivel local (por ejemplo actuando sobre uno de los cuerpos sutiles, sobre un chakra, o a nivel general como en un baño de energía). Cuando hacemos algún tipo de sanación, remota o presencial, estamos modificando el sistema energético del paciente simplemente modificando un patrón concreto de onda que es la causa del bloqueo, y lo hacemos modificando su frecuencia de resonancia, de forma que al poner a vibrar su sistema energético a un nivel más alto, en esa zona, automáticamente se desbloquea aquella energía que se había quedado estancada.
Por poner un ejemplo, seria como poner a sacudir una coctelera que tuviera pegada trocitos de papel en el exterior. La fuerza de la vibración de la coctelera hace que se despeguen y caigan esos papeles, simplemente por haber incrementado el movimiento y modificado las fuerzas que mantenían los papeles (entendidos como bloqueos energéticos) enganchados.
Así, es sencillo comprender como simplemente “ordenando mentalmente” la eliminación, tras haber descubierto un cierto bloqueo, con la “intención” de sanar algo, esto se empieza a sanar, y es que la energía detonante del sanador, al ser recibida por el “paciente”, pone en marcha el mecanismo de vibración interno y modifica el patrón energético de la zona donde se encuentra el bloqueo incrustado y este “pegote” empieza a desprenderse poco a poco de esa zona (es decir, la misma persona se auto sana, el sanador solo hace de detonante del proceso de cambio vibracional).
Esta energía recibida, sea directamente, sea remotamente, sea autogenerada, no ha hecho sino modificar al alza ligeramente la vibración del lugar donde se encontraba el problema, haciendo que la zona de “enganche” ya no sea compatible con la energía del bloqueo. Al no ser de igual patrón energético, la energía causante de ese bloqueo no puede mantener el “enganche” o acople al sistema energético, y deja de tener efectos negativos paulatinamente en la salud de la persona.
Sanación presencial o remota
¿Tiene el mismo efecto el estar a un metro de la persona o a 100km para detonar este incremento vibracional? Pues la experiencia nos dice que es parecido (aunque la sanación presencial sea mas intensa a veces), y es simplemente debido a nuestra conexión a través del campo mórfico que une a todos los seres humanos, trabajemos al nivel que trabajemos (es decir, podemos conectarnos a niveles de alma o Yo Superior, a niveles de “inconsciente”, a nivel “mental”, etc.), pero todos estamos enganchados los unos con los otros. Es este mismo método, en el fondo, el que hace que técnicas como el Ho’oponopono, la curación cuántica, los registros akashicos, magnified healing, la terapia de respuesta espiritual, etc., etc. funcionen. En todos los casos, estamos modificando la frecuencia de resonancia de la persona con la simple emisión de una intención u orden mental de sanación, al nivel que sea, lo que hace que se libere, desenganche, transmute o solucione el bloqueo mental, emocional, físico, anímico, espiritual, o de las profundidades del subconsciente.
Influencia de la frecuencia de resonancia en el ámbito de la protección energética
Ocurre lo mismo cuando hablamos de protección energética. Tu frecuencia de resonancia es tu escudo antimisiles porque si se mantiene en un nivel de vibración “alto”, impide que un buen puñado de energías externas, parásitos astrales, pequeñas entidades “negativas”, etc., sean compatibles contigo. De nuevo, es como mantener la coctelera sacudiéndose a una velocidad tal, que no hay forma de que nada que no sincronice con esa velocidad de vibración pueda engancharse. Por supuesto que no se trata de la panacea, siempre hay energías de niveles mucho más altos de los que nosotros podemos alcanzar en estos momentos polarizados “negativamente” y que pueden engancharse o acoplarse a nosotros si lo desean (para nutrirse), pero no así todo aquello que vibre a un nivel menor que el nuestro (frecuencialmente hablando).
Influencia de la frecuencia de resonancia en el ámbito del crecimiento personal
Por último, todas las cosas que hacemos, ejecutamos, decidimos, etc., generan en nosotros un cierto tipo de energía. Esta energía forma parte de algún patrón energético bien a nivel mental o emocional (principalmente), que puede añadirse a cualquiera de nuestros cuerpos sutiles y resto de componentes del sistema energético, así como influenciar el “crecimiento” o cristalización (como lo llamaba Gurdjieff) del alma en cada uno. Es decir, básicamente lo que aprendemos a través de lo que nos pasa o lo que hacemos que nos pase, influye sobre nuestra frecuencia de vibración o resonancia pudiendo incrementarla o reducirla (fluctúa siempre, y no es estática), y que puede hacer que “potenciemos” más nuestra “esencia” interior, o la sigamos manteniendo dormida. Eventos que nos hacen crecer, como experiencias y lecciones superadas, incrementan el nivel de resonancia hacia frecuencias mayores. Eventos generadores de efectos tales como traumas, bloqueos de diversa índole, contagios del inconsciente colectivo, o ataques energéticos, pueden alterar y reducir nuestra frecuencia de resonancia haciéndonos más débiles o vulnerables.
Cuando vemos por todas partes que nos dicen que el “conocimiento protege" y la “ignorancia nos pone en peligro”, no solo es un consejo que suena bien, sino que literalmente cada pieza de conocimiento “objetivo y factual” trae consigo su propia carga energética, que se suma a nuestro cuerpo mental incrementando su frecuencia de resonancia global, potenciando la frecuencia de resonancia global del sistema energético.
Puesto que además nuestro nivel de vibración global depende de la suma del nivel de vibración de cada parte de nuestro sistema físico y energético, cuando hablamos de que es necesario tener una salud optima, un robusto cuerpo eterice, un cuerpo emocional sano y un cuerpo mental limpio, nos estamos refiriendo a que todos los componentes se apoyan y necesitan entre si, y que de nada sirve tener unos en perfecto estado, y otro hecho un asco, pues nos hará caer en picado el nivel vibracional que tengamos.
Frecuencia de resonancia vs polarización
Evidentemente el tener una alta frecuencia de resonancia no significa ser un ser más “positivo”. El nivel de vibración es simplemente eso, un nivel de vibración, el numero de ciclos por segundo que genera el conjunto de tu sistema energético, pero esta vibración tiene polaridad, como ya hemos visto en artículos anteriores y como comente durante horas en la conferencia de hace unas semanas. Esta polaridad es lo que llamamos “positiva” o de servicio a otros, o “negativa”, o de servicio a uno mismo. Tenemos personas y entidades no corpóreas de todos los niveles de vibración que os podáis imaginar, y más o menos repartidas equitativamente entre las dos polaridades. Es decir, que como os decía antes, a mayor nivel de frecuencia de resonancia más poder y potencial, aunque este pueda estar orientado hacia la polaridad que la persona o entidad haya escogido como camino evolutivo, sea el camino del servicio a otros, o sea el camino del servicio a uno mismo. Nuestro trabajo consiste en trabajar ambas cosas, incrementar nuestra frecuencia de resonancia, y polarizarla hacia el servicio a otros, todo en busca de un crecimiento evolutivo y paso de “curso” que esperemos esté pronto por llegar.

* He encontrado este artículo en la web de David Tupí. Creo que es muy interesante y por este motivo lo que reproducido en el blog. Espero que os guste y os sea útil.
*Artículo publicado en davidtupi.com


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