Para mí, una lectura de tarot no es un acto trivial ni un entretenimiento. Es un acto de responsabilidad ante el consultante, seas tu misma u otra persona. El tarotista debe ser consciente de que lo que vaya a ver y/o a decir puede llegar a condicionar las elecciones vitales del protagonista de la tirada; casi nadie acude al tarot cuando las cosas le van bien, por el contrario, normalmente, el que llega a la consulta suele estar inmerso en una etapa de la vida de incertidumbre y malestar interior. Personalmente, le doy mucha importancia a los rituales, por eso antes de una tirada de tarot, hago una meditación, enciendo incienso y una vela, tengo a mano un cuarzo por si necesito concentrarme, y pongo a mi lado una turmalina negra como protección. Una vez, finalizada la sesión, retiraré todos los elementos y si la persona me ha dado malas vibraciones, lavare y volveré a cargar la turmalina. Cada persona necesitará sus propios elementos para el ritual del tarot, no importa lo que sea; una se sentirá más cómoda con piedras y otra con una estatua de Isis o un pentagrama (por poner ejemplos). Lo verdaderamente importante es el ritual en si. Mientras lo preparo y lo ejecuto, entro en sintonía con la baraja y abro canales. Por esto es tan importante la protección; a la larga aprenderás a no dejar entrar demasiadas cosas, pero al principio es fácil que las vibraciones, energía, pensamientos o como quieras llamarle, del consultante te entren y te confundan. Recuerdo que, en mis inicios, quedaba agotada después de una sesión de tarot. Yo era como una esponja y absorbía todo lo que me pasaba por delante hasta que aprendí a defenderme de agresiones externas. Pero, esto solo se consigue con la práctica y mucha, mucha observación. También es importante el lugar dónde vamos a hacer la sesión. Personalmente, necesito que sea una habitación dónde, sobre todo me sienta a gusto y sea “mía”. Mi lugar espiritual de la casa donde esté rodeada de mis cosas y no haya demasiadas interferencias de ningún tipo (electrónicas, ruido, olores etc.).
Y por último un consejo: Si no te sientes a gusto con la persona que quiere hacer la consulta, no la hagas. Hay personas muy negras que van por ahí esparciendo su oscuridad y/o absorbiendo tu propia luz.-energía.
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