La Fluorita

Fluorita sobre lecho de Moscovita

La Fluorita es una piedra multidimensional; pone de manifiesto los mayores logros de la mente en armonía con el espíritu. Desde ese estado superior de la conciencia, accederemos intelectualmente a la verdad, entendiendo los conceptos cósmicos de la realidad y las leyes que rigen el universo.
La Fluorita hace progresar la mente, desarrollando su capacidad de comprensión e integración de la cuarta, quinta y la sexta dimensión. Cuando la mente sintoniza con la esencia de la Fluorita, aprende a conocer  los santuarios del ser, donde permanece guardada la sabiduría. La Fluorita mantiene el equilibrio entre las facetas positivas y negativas de la mente. Cuando quedan igualadas estas polaridades, podemos vivir la paz y el silencio emanados de la neutralidad, sumiéndonos en un momento eterno; el tiempo se detiene y el ser de une con el infinito. Pero el uso de la Fluorita permite, incluso, ir un paso más allá... al integrar esa realidad en la actividad mental cotidiana, estableciendo una conexión que no cesa con esta fuente de conocimiento... mientras seguimos desenvolviéndonos en el plano físico. Cuando así sucede, todos los pensamientos nacidos de la mente, consciente y subconsciente, enlazan con la fuente suprema de la verdad. La conciencia facilitada por la Fluorita mantiene la comunicación con la UNIDAD,  el TODO, sin renunciar al ser y a la existencia individual. Y así es como accedemos a otros recursos de energía creativa. La Fluorita es una piedra del tercer ojo; permite avanzar en el plano de la meditación, sin dejar de moverse y actuar en el plano físico. Por otra parte sirve de complemento a la energía de la Amatista, añadiendo a la experiencia interior  de unión con la sabiduría el abandono de la actividad mental. La Fluorita plasma esta vivencia en el plano cotidiano del proceso pensante, descubriéndonos la realidad oculta tras la ilusión, la eternidad disimulada en lo provisional y la verdad que mora más allá de la confusión. La Fluorita es una de las piedras más poderosas de la Nueva Era, ya que prodiga en el plano material los conceptos esenciales de una realidad superior, asimilable por la mente humana, y que ésta, a su vez, aplica en su propia circunstancia física.

Fluorita y Galena sobre lecho de Cuarzo

La Fluorita no ha nacido en la tierra. Ha llegado hasta aquí procedente de dimensiones superiores para contribuir en nuestro proceso evolutivo. Debe emplearse con respeto... al igual que todas las demás piedras. Si se usa con sabiduría nos ayudará a desarrollar nuevas capacidades mentales.
Así mismo, la Fluorita sirve para tratar algunas enfermedades mentales y ciertos trastornos de las ondas frecuencia del cerebro. Además incrementa la carga eléctrica de las células cerebrales, mandando mayor energía vital (prana) al cerebro; la Fluorita expande la conciencia. No trata de purificar el subconsciente (como la haría la Azurita), sino de hacer progresar la mente de una realidad a otra. La Fluorita sirve igualmente para desarrollar la capacidad de concentración; su uso regular activa el intelecto, elevando incluso el cociente intelectual. La Fluorita se ha venido denominando "piedra de la genialidad"; simboliza el grado supremo de logros mentales.
La Fluorita se viste de cuatro colores principales: azul, púrpura, dorado y blanco. Todos ellos representan estados meditativos de la mente. El azul es el color de la paz interior, la calma y la serenidad mental. El púrpura simboliza el carácter devocional de una mente concentrada y consagrada al espíritu. El dorado es el color de la sabiduría y el conocimiento: la mente se sume en lo infinito sin renunciar a la expresión individual. El blanco representa pureza y unidad; la mente se funde con el espíritu universal y vive en armonía con todo lo creado. Todos los colores corresponden a los chakras más elevados, al triángulo superior de energía, y a estados supremos de la conciencia. Cuando estos son los colores dominantes del aura (y así sucede cuando se trabaja con la Fluorita), se activa el estado mental asociado a dichos colores, estimulando además el potencial evolutivo del ser humano.

♥ Texto: Katrina Raphaell

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