PROPÓSITO
SERENIDAD
La serenidad es un valor
imprescindible en nuestros días. Es la que nos permite mantener el equilibrio
cuando la realidad se revuelve y nos enfrentamos a dificultades o a conflictos.
Lo habitual es que la mente reaccione con enfado o preocupación. La energía de
esos pensamientos nos conduce a un callejón sin salida, donde la oscuridad se
acrecienta y todo se densifica.
En esas circunstancias
nos resulta difícil escuchar al alma, para poder dar los pasos que ella nos
indica. Por eso es tan importante
mantener la serenidad en el conflicto, ante la sorpresa desagradable o las
malas noticias.
La serenidad nos ayuda a
mantener el eje, a tener claridad mental, a seguir conectados con el corazón
cuando más necesario resulta. El corazón
comprende que sea lo que sea lo que nos esté pasando nos encontramos ante una prueba evolutiva; y puede mostrarnos el
camino para salir de ella airosos y fortalecidos. La mente, llevada por el
miedo y por la urgencia de cambiar lo que no le gusta, nos conduce a ese
callejón sin salida, en el que nos desconectamos de nosotros mismos y somos
absorbidos por la conciencia colectiva, que teme y se ofusca.
En cambio, si llegado el
momento recordamos que necesitamos mantener el equilibrio y respiramos, antes de reaccionar, para
serenarnos y acudir al refugio de nuestras almas, descubriremos que podemos
sobrellevar con más templanza la situación y que las ideas y las soluciones fluyen con más facilidad. Soluciones
cercanas al amor y a la confianza en la vida, que trae constantemente hasta
nosotros las oportunidades que necesitamos para evolucionar.
La serenidad también es
importante en nuestro día a día. Llevados por la prisa nos perdemos el
presente, una y otra vez, proyectándonos siempre hacia el futuro; acelerándonos
para llegar a donde creemos que no nos da tiempo de llegar; forzándonos a
realizar una tarea tras otra; perdiéndonos la belleza de la vida.
La serenidad nos invita a
detenernos un instante para contemplar
la magia del presente y todo lo que sucede en él: cada ingrediente que lo
compone, cada detalle, las señales que están por todas partes; al vivir con
prisa nos pasan desapercibidas.
Hoy rescataremos ese
valor tan importante en nuestras vidas, para que éstas se conviertan en
experiencias de disfrute y gozo y podamos dejar
atrás la auto exigencia, la preocupación y la prisa.
*Para más información seguir este link
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