Este post es el más íntimo que he compartido hasta ahora. Tengo una costumbre ya, desde hace muchos años, que es hacer un repaso del año que dejo atrás, el día anterior a mi cumpleaños. Creo que durante el reinado de mis 51 ha habido un cambio profundo y trascendental en mi vida, y es tan grande que necesito compartirlo. Debo devolverle al universo sus dones otorgados y estas letras pueden ayudar a muchas personas que se encuentren en el difícil sendero del crecimiento. Para todos : os dejo esta reflexión y un cariño infinito.
Después
de muchos años trabajando mi crecimiento espiritual he llegado a la conclusión
de que estaba equivocada. No he estado creciendo espiritualmente porque no sólo
mi espíritu a crecido, sino que también lo han hecho mi cuerpo y mi alrededor.
Llega un buen día en que todo cambia. Bueno miento, no es que hayan mutado de
un día para otro sino que ese día tú lo ves. Ves todos lo cambios de todo, de
ti y de lo que te rodea. Es como si entraras en otra dimensión. Ves que todo
brilla, la silueta de las cosas rodeada de luz y con un sinfín de colores.
Pasas la mano por encima y asistes a las fluctuaciones de los colores y los
brillos como si de un baile se tratara…un baile pausado y lleno de lucecitas
que se mueven alrededor de todo.
Todo está en una armoniosa y amorosa paz y tú eres el centro. Caminas por
encima de tus pasos, como si levitaras. Si quieres, puedes centralizar tu
atención en algo y es como si el tiempo se parara. Es un instante eterno de
plenitud absoluta. Estás llena de luz y
la sensación de bienestar es tan grande que ves como te sale por los poros. Es
absolutamente alucinante cuando tomas consciencia plena de tu energía y de la
energía que te rodea. Tú eres el elemento central y ves como todo a tu
alrededor se comunica contigo, y a la vez formáis autopistas energéticas, en un
continuo flujo de rayos y luces que viene y van. También tomas consciencia de
que lo que te rodea ha cambiado, todo ha entrado en sintonía con tu vibración
formando un UNO que a la vez es muchas individualidades conectadas. Las
personas que están contigo, que llevas en el corazón o en tu pensamiento
también han cambiado. La manera de relacionarte con ellos es distinta y por fin,
ves los resultados de tu continuo trabajo llenándolos de luz, ellos sin saberlo
te empiezan a mandar otras vibraciones y su actitud está mucho más cerca del
amor, tal y como nosotros – los trabajadores de la luz – lo entendemos y
vivimos. Las cosas, tu cuerpo – te mueves diferente-, la naturaleza… tu eres
todo y todo eres tú. Estás en sincronía con todo el universo y lo sientes. Te
sientes parte de ese infinito enorme y lleno de luz en el cual toda vida fluye en
el continuo y divino ciclo existencial. Te sientes luz, y la luz llega a todas
partes.
Os invito a continuar por el camino que hayáis elegido. Las recompensas que vas
encontrando por su sendero son extraordinarias.
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martes, 11 de marzo de 2014
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