By Noire Ighaan |
Luna llena de mayo: día 4 a las 05:42, hora peninsular
Meditación por gentileza de Agartam
Meditación por gentileza de Agartam
PROPÓSITO
LA UNIDAD EN MÍ
FUSIÓN
Iniciamos hoy un nuevo ciclo de meditaciones, con las que vamos apoyar el crecimiento de la unidad. Durante nueve
meses gestaremos, en nosotros mismos y en nuestras vidas, las semillas de
unidad que plantamos en nuestros corazones el pasado 4 de abril.
Siguiendo
las etapas del ciclo de gestación humano, las
frecuencias de unidad que descendieron sobre nosotros y sobre la Tierra, irán
gestándose en nuestro interior, hasta que se produzca el nacimiento de un nuevo
ser, que tendrá lugar con la meditación del 25 de diciembre de este mismo año.
Nueve lunas, nueve meses, nueve etapas evolutivas en las que la unidad
se irá desarrollando como una realidad en cada uno de nosotros.
Hoy nos
ocupamos de la fusión que se produce cuando las
frecuencias de unidad que canalizamos el mes pasado entran en contacto con todo
lo que hay dentro de nosotros. Al tratarse de frecuencias de muy alta
vibración, lo primero que sucede es que salen a la luz todas las sombras,
aquellas partes de nosotros mismos que no nos gustan o de las que no nos
sentimos orgullosos. Salen a la luz para que aceptemos su presencia, dejemos de
luchar contra ellas y las envolvamos en amor.
Cuando existe lucha en mi interior no puedo manifestar unidad en el
mundo, porque yo mismo me encuentro desunido. Luz y oscuridad forman parte del
Uno y es necesario que dejemos de oponernos a ello para que la unidad
verdaderamente se produzca.
Así, cuando me descubra pensando o sintiendo cosas que no me gustan
mucho, en vez de negarlas, me pararé a observarlas sin emitir juicio, simplemente permitiendo que se expresen en mí, para que
yo pueda comprender su origen.
¿Porque están en mí esos pensamientos o emociones? ¿Qué puedo hacer
para trascenderlos? Sin duda, ofrecerles amor.
Los pasos serían:
Primero, observarlos sin juzgarme.
Segundo, escuchar lo que tienen que decir
o mostrar.
Tercero, descubrir su origen: ¿de dónde
proceden, o por qué los tengo?
Y cuarto, decidirme a resolver la situación que
los generó.
De ese modo, al aceptarme tal cual soy, ayudándome yo mismo a
evolucionar, sin críticas, culpas, ni juicios, permito que la frecuencia de unidad
se instale en mí, como un embrión que irá desarrollándose en los próximos meses.
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