Si nunca has tenido contacto con cristales y quieres empezar a descubrir este mundo maravilloso, te sugiero que acudas a una tienda de minerales. Elige una tienda donde las piedras brillen, que no las tengas amontonadas y parezcan descuidadas, que no tengan polvo y que puedas pasar tu mano por encima de ellas. Procura entrar lo mas receptiva posible; a veces solo con poner la mano encima notarás su energía. Si no ocurre eso, elige la que mas te llame la atención y, anota la que nunca comprarías (suele ser un síntoma de la que de verdad necesitas). Pero para empezar a familiarizarnos con nuestros cristales elegiremos uno que nos guste (es mas fácil); lo limpiaremos y una vez cargado comenzaremos a cogerle confianza. Podemos llevarla en la mano (si es un canto rodado), tocarla, dejarla en nuestra mesilla de noche, en la mesa de nuestro despacho, cerca del lugar de trabajo o de descanso y observaremos qué nos hace sentir. Notaras cosas maravillosas; anótalas y experimenta con tu cristal. Poco a poco necesitaras saber más y poco a poco irás llenando tu vida con estos maravillosos regalos de la naturaleza.
Si has llegado al punto dónde necesitas estudiar más sobre los cristales, te recomiendo leer la trilogía de Katrina Raphaell, lo encontrarás todo allí, yo la llamo “la Biblia de los Cristales”.
1-"La iluminación por los cristales"
ISBN: 84-88066-08-2
2- "La curación por los cristales"
ISBN: 84-88066-07-4
3- "Transmisiones a través del cristal"
ISBN: 84-88066-09-0
Katrina Raphaell
Neoperson Ediciones
Si has llegado al punto dónde necesitas estudiar más sobre los cristales, te recomiendo leer la trilogía de Katrina Raphaell, lo encontrarás todo allí, yo la llamo “la Biblia de los Cristales”.
1-"La iluminación por los cristales"
ISBN: 84-88066-08-2
2- "La curación por los cristales"
ISBN: 84-88066-07-4
3- "Transmisiones a través del cristal"
ISBN: 84-88066-09-0
Katrina Raphaell
Neoperson Ediciones
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1 comentario :
Felicidades por tu blog. ¡Me encanta!
Confio en que seguirás publicando artículos... porque yo voy a estar aquí esperando impaciente!
Besos,
Susi
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