miércoles, 19 de febrero de 2014

Aprendiendo a meditar

Insisto mucho en que meditéis y no es un capricho personal. En cada ritual, en cada celebración, en cada acto mágico que realicéis es importante el conectar, desde lo más profundo de uno mismo, con la energía superior. Las cosas se pueden hacer de muchas maneras pero si tienes la oportunidad de hacerlas muy bien ... ¿ por qué elegir realizarlas "sólo bien"?
Os puedo hablar desde mi  propia experiencia  y siempre insistiré en que la meditación es una parte fundamental de todos mis actos mágicos; es el interruptor que me permite acceder a la energía universal de una manera fácil y rápida. Por esto insisto en que aprendáis a hacerlo. Os proporcionará una experiencia única. Este es el motivo de este post que viene a complementar el publicado anteriormente, del que os dejo el enlace al final.

¿Se puede aprender a meditar con una meditación guiada para principiantes?
Aprender a meditar, tiene varias consideraciones importantes. Sin embargo, como mínimo se recomienda tener una meditación guiada para principiantes, y hacer lo siguiente:
    Busca un lugar tranquilo donde no vayas a ser molestado
    Desconecta timbres de todo tipo
    Procura que haya una luz tenue (puedes utilizar velas)
    Puedes utilizar un poco de incienso de algún aroma que te resulte agradable y relajante
    Si te acomoda, pon una música suave especial para relajación o la meditación guiada
    Acomódate, sentado o tumbado
    Asegúrate de no tener ni frío ni calor
Una vez validado lo anterior, puedes comenzar…
La idea será que te concentres únicamente en tu respiración:
Inhala y exhala rítmica y profundamente.
Permite, sin forzar, que poco a poco tu respiración se vaya haciendo cada vez más profunda
Luego, comienza a relajar las distintas partes de tu cuerpo:
La “técnica” es “tensar” por unos segundos, y aflojar lentamente.
Esto se realiza con cada parte de tu cuerpo, mientras sigues respirando profundamente.
Comienza por los pies y luego vas subiendo hacia las rodillas, caderas y pelvis. Después la zona del vientre, estómago, tórax, hombros, brazos, manos, y por último cuello, cabeza y cara…
“Segundo Nivel”:
Cuando ya te sientas relajado, imagina que cada vez que sale el aire de tu cuerpo se lleva emociones negativas como miedo, rabia, enfado, preocupaciones, envidia, odio, resentimientos, celos… visualiza las palabras saliendo con el aire.
Después de varias exhalaciones sacando fuera de ti todo lo negativo, imagina que en cada inhalación absorbes luz, alegría, salud, seguridad, optimismo, creatividad, color, intuición, prosperidad… visualiza las palabras entrando con el aire.
Dificultades del aprender a meditar:
Es posible que al principio tu mente sea invadida por montones de pensamientos de todo tipo que van y vienen, déjalos… Eso siempre ocurre cuando comienzas a aprender a meditar.
Permite que esos pensamientos surjan, no te preocupes, no te resistas, simplemente acepta que existen. Tú continua fijándote en tu respiración; tal como vienen se irán. La idea es evitar “luchar” contra esos pensamientos para que todo fluya naturalmente. Déjate llevar por la meditación guiada.
Con esas instrucciones será más fácil aprender a meditar. Te sugiero empezar con 5 o 10 minutos e ir aumentado cada semana poco a poco.
La práctica diaria te ayudará a disfrutar cada vez más de esos momentos, de los beneficios que te aportan e irás comprobando que cada vez te cuesta menos centrarte y comenzarás a “oír” con más claridad, lo que tu interior “te cuenta”. Esa es la maravillosa recompensa!!!.
Como vimos, Sí es factible aprender a meditar rápidamente con una meditación guiada para principiantes. Pero…
.¿Cómo saber si lo estás haciendo bien?
A continuación te daremos algunas claves para que comiences, y puedas evaluar, si logras aprender a meditar o no.
Comprobar si aprendes a meditar es algo simple de evaluar:
Lo comprobarás cuando encuentras “esas respuestas y soluciones que buscas” o simplemente si logras acallar la mente y relajarte, lo cual mejorará notablemente tu calidad de vida.
La práctica habitual de la meditación proporciona calma, serenidad, alegría, seguridad y desarrolla nuestra creatividad e intuición, también ayuda a entender y aceptar enfermedades con lo cual damos el primer paso para mejorarlas.
.Para integrar esta práctica y convertirla en un hábito saludable, es aconsejable meditar al menos 20 minutos 5 ó 6 veces por semana.
Es muy importante ser pacientes y constantes, porque al principio cuesta un poco, pero si nos proponemos formar el hábito, pronto estaremos “añorando” ese momento y será un espacio sagrado en el día.
Una vez que lograste aprender a meditar, te sentirás cada vez mejor, tendrás control de ti en cualquier ocasión, ya no te irritarás o impacientarás como antes, y serás consciente de que cada momento del día es un “regalo”, que vale la pena disfrutar.
Aprender a meditar es descubrir este maravilloso mundo interno, vivir el camino hacia tu “Yo interior”, hacia ti mismo, y hacia la claridad en tu vida.
Finalmente, si logras conocerte “por dentro”, ya sabes lo que dicen: Es seguro que lograrás manejar o cambiar todo aquello que no funciona “por fuera”.

*Agradezco a Cuido de mi su generosidad por permitir la difusión de este artículo.
* Introducción a la meditación por Tilia

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