El Lapislázuli

El Lapislázuli es una de las piedras más poderosas de la historia del planeta. El azul regio oscuro de brillantes manchas doradas siempre ha sido un símbolo de poder y realeza. En el Antiguo Egipto, se conocía como el color de los Dioses y se reverenciaba como un mensajero de los cielos. En la gran tierra estéril y seca en que vivían los egipcios, este azul cobalto oscuro producía un gran contraste con los tonos y matices del árido desierto. Las manchas doradas eran como estrellas en el cielo nocturno y se consideraban como piedras de toque para la verdad y la luz. Los egipcios creían que, meditando con estos colores, podían tocar el dobladillo del infinito hábito de Dios.

Esta piedra solía encontrarse a ras del suelo y servía para la fabricación de tintes que coloreaban las vestimentas de sumos sacerdotes y miembros de la familia real. Llevando este color, los egipcios pensaban ser representantes de los Dioses, capaces de utilizar sus poderes sobrenaturales. El Lapis también se pulverizaba y se utilizaba como remedio para ciertas enfermedades y como antídoto contra el veneno. También se creía que este poder azul oscuro de los Dioses podía purificar el sistema y liberarlo de impurezas y toxinas. Los egipcios creían que el alma moraba en la mente y que el Lapislázuli curaba la mente y purificaba el alma. El Lapis se usaba para purgar el alma de posesión demoníaca pulverizando la piedra, mezclándola con oro, haciendo una cataplasma y colocándola en la coronilla. Cuando se iba secando, arrojaba a los demonios y eliminaba las impurezas del alma. En caso extremos, se perforaba un pequeño orificio en el cráneo y se servía la mezcla en la cabeza del poseído.

Actualmente, el Lapislázuli es un purificador mental y espiritual. Algunas almas muy avanzadas pueden usarlo conscientemente, y en ciertas circunstancias, para purgar o purificar el aura de una parte del pasado que ya no necesita.
El Lapis puede colocarse en la zona del tercer ojo para penetrar a través de las obstrucciones subconscientes y entrar en contacto con la mente neutra intuitiva. También nos ayudará a desarrollar la estabilidad y fuerza mental por medio de las cuales funciona nuestra fuerza anímica. El Lapislázuli incita a la mente a buscar heridas emocionales que deben cicatrizar o desparecer. Pero el Lapis penetra más que cura. Por lo tanto, es aconsejable utilizar una piedra curativa específica junto con el Lapis cuando se realiza este tipo de tratamiento (Venturina verde, Cuarzo Rosa, Amatista). El Lapis permite movernos a través de su propia oscuridad e ilusión, adentrándonos en el subconsciente, para identificarnos verdaderamente con su propia personalidad Divina. Las manchas doradas simbolizan la sabiduría alcanzada al finalizar el proceso.

Es un silicato de sodio y aluminio impurificado por sulfuro sódico y algo de calcio y de hierro que cristaliza en forma cúbica, se trata de un producto metamórfico de contacto con las rocas calizas de color azul, a veces muy profundo, siempre opaco, que suele presentar matices dorados por inclusiones de pirita.

Principio universal del la luz absoluta dentro del azul real, el Lapislázuli se halla bajo la influencia de Venus y Urano, y las fuerzas que desata pueden ser canalizadas para los procesos de estabilización psíquica. Sus vibraciones conectan de manera muy directa con el sistema glandular del organismo, sobre todo en sus tonalidades más oscuras, mientras que las más claras y brillantes purifican y favorecen la liberación de fuerzas positivas. En algunos casos en que la gema tiene inclusiones muy grandes de pirita, pueden establecerse pequeños campos de fuerza negativos, que se neutralizan si el brillo de la piedra es muy elevado.
El Lapislázuli colocado sobre el chakra del bazo actuará como un potente desintoxicador; si lo pones sobre el chakra de la garganta lo equilibra y enseña el poder de la palabra hablada. Si lo colocas sobre el tercer ojo, abre el chakra, estimula la iluminación y las capacidades psíquicas. Te libera del estrés aportándote una paz profunda. Es afín a los signos astrológicos de Tauro, Sagitario y Acuario.

*Texto: Katrina Raphaell - A.Gallotti - Tilia Picard

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